Los zapatos convencionales tienen lo que se llama una "caída del talón a la punta", donde el talón se eleva. ¡Incluso los entrenadores suelen tener esto! En cambio, los zapatos descalzos tienen lo que se llama una "caída cero", donde la suela es completamente plana a lo largo de todo el zapato. Este es el estado natural de nuestro pie y cuando usas zapatos descalzos utilizarás músculos que no usarías en zapatos convencionales.